Herramienta automatizada de llamados telefónicos permite optimizar el uso de recursos para hacer seguimiento a personas con esta enfermedad y focalizar la atención en casos que requieren mayor cuidado. La tecnología, además, permite predecir cómo estarán los pacientes a futuro mediante Inteligencia Artificial. La iniciativa, implementada por el Departamento de Ingeniería Industrial de la U. de Chile y el Centro de Sistemas Públicos de la misma unidad en el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente, fue uno de los proyectos financiados por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) para enfrentar la pandemia.
El equipo comenzó a pilotear la iniciativa en el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente (SSMSO), que atiende a un 10 por ciento de la población del país. En este espacio, desarrolló un sistema de llamados robotizados que realiza seguimiento diario automático a los pacientes COVID-19 en cuarentena domiciliaria. En ellos se registra cómo se siente la persona en relación al día anterior, si ha tenido dificultades para respirar, si ha presentado fiebre y si ha realizado la cuarentena.
“En otras palabras, el paciente recibe una llamada, un robot le hace preguntas y la persona contesta con el teclado. Cada una de las cuatro preguntas tiene dos a tres opciones de respuesta. Por ejemplo, frente a la pregunta de cómo se siente, el destinatario puede responder igual, mejor o peor, con los números 1, 2 y 3, respectivamente”, explica Richard Weber, director de Ingeniería Industrial y jefe del proyecto.
En promedio, cerca de un 60 por ciento de los pacientes consultados declara no tener síntomas, lo que significa que no requiere de un seguimiento personalizado en el día. En este sentido, la herramienta permite disminuir en un 60 por ciento las llamadas diarias que debe realizar el personal médico a este tipo de pacientes, de modo que las horas liberadas pueden ser utilizadas para darle un seguimiento más personalizado a pacientes de riesgo alto, que sí declaran presentar síntomas o empeoramiento en su salud.
Uno de los aspectos más relevantes de este proyecto es que la información de las llamadas se puede vincular con la información disponible en los servicios de salud, lo que permite realizar un análisis prospectivo mediante Inteligencia Artificial.
“Esta tecnología permite predecir cómo va a estar el paciente en una semana más, posibilitando una optimización del uso de recurso médico y de profesionales de la salud. Esto gracias a que los servicios de salud cuentan con los datos sociodemográficos, etarios, enfermedades de base (como hipertensión, obesidad o diabetes) y otros datos de los pacientes. Junto a la información que recabamos a diario, a través de las llamadas, podemos predecir el desarrollo del COVID-19 en las personas”, precisa el encargado del proyecto.
En este punto, Francisco Suárez, investigador adjunto del Centro de Sistemas Públicos y coordinador de la iniciativa, destaca que “a partir del buen funcionamiento del piloto, el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente decidió extender el financiamiento para que nuestra colaboración se mantenga en el año”.
Cabe señalar que el sistema de llamados automáticos está integrado con la Plataforma COVID-19 del SSMSO. Esto permite que los equipos de salud agenden los llamados automáticos desde la misma plataforma en que manejan el registro clínico de los casos de contagio con el virus. Adicionalmente, los seguimientos realizados automáticamente son tributados a EPIVIGILA, la plataforma de registro del Ministerio de Salud, e integración que permite contar con datos confiables sin esfuerzo adicional de parte del personal de salud.
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